Las actividades de impacto como los retiros de Emaús para las distintas edades: Effetá, Samuel, etc. Ofrecen precisamente un entorno seguro desde el que reenganchar o rescatar al que está alejado y necesita sentirse querido, acompañado y formando parte de algo.
Algunas de las claves para lograr este entorno seguro y que se pueden rescatar para otras actividades son, por una parte, que nadie te conoce ni te juzga. Al ser encuentros puntuales con desconocidos, si uno quiere, podría no volver a ver a esas personas. Además, se genera un clima muy fuerte de confianza e intimidad al escuchar el testimonio personal de otros como tú y tener como seña de identidad y compromiso, el mantener el secreto de lo que pasa y se dice durante el retiro. Por otro lado, al estar enfocados a franjas de edad o momentos vitales muy concretos, todo el mundo se mueve casi en la misma onda y te sientes entre iguales. Este clima de intimidad y seguridad se refuerza cuando la actividad está separada por sexos permitiendo así hablar sin reparo de algunos temas que de otra forma podrían resultar más incómodos.

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