Una clave fundamental para nuestras actividades de impacto es contar con una buena red de acompañantes y, para esto, necesitamos una buena comunicación, tanto para mantener una agenda clara y compartida de actividades, como para mantener el contacto y la formación de estos acompañantes de manera fluida y eficiente.
Si los acompañantes están puntualmente informados de todo, es inmediato, y surge de forma natural, que puedan motivarlo entre la gente a la que acompañan en sus comunidades locales. En cambio, si esta información es parcial y va a golpe de WhatsApp, las cosas llegarán siempre en mal momento y serán fuente de susceptibilidades.
Que la información llegue adecuadamente a todo el mundo permitirá mejorar mucho la manera de trabajar en Familia Marianista.
Para cualquier persona hay sólo un agente válido que me puede mover a hacer algo: alguien en quien yo confíe. Y esto es un amigo o familiar o bien alguien que sea referente para mí, como mi acompañante personal o el de mi comunidad. Los mensajes publicitarios tienen una eficiencia bajísima y en el mundo del marketing se emplean porque es infinitamente más complicado pagar a alguien de mi confianza para que me venda un producto.
En nuestro caso, sin embargo, es bastante más sencillo implicar a los destinatarios y a los acompañantes en la comunicación para lograr una verdadera difusión y sobre todo para hacer una invitación a participar en las actividades. Además, en la medida en que haya más gente implicada y conocedora de las actividades, habrá menos problema de colisión entre actividades, no porque no haya solapamientos, sino porque cada uno elegirá con paz y libertad a dónde ir sin sentir el bombardeo y la competición de anuncios por WhatsApp e Instagram.
Y en esto de implicar a los destinatarios, no se trata de tener a un grupo de jóvenes que lleve las redes sociales. Esto está muy bien y es necesario, pero la idea es que se dé la comunicación en horizontal, no en vertical, la presencia de jóvenes detrás de las RRSS, no hace que la línea de transmisión de la información sea otra, aunque mejore el estilo.
En cuanto al estilo de las publicaciones y anuncios, vemos que, en RRSS, los jóvenes no esperan un contenido muy bien hecho, si no algo más natural, original, amateur y, sobre todo, inmediato y fugaz. Además esto es hoy, y mañana lo que busquen será otra cosa. De ahí, la importancia de tener los canales de comunicación en manos de los jóvenes, acompañados de gente más mayor capaz de compartir la misión, la visión y los valores con esos jóvenes.

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