A la hora de invitar a algo es imprescindible la llamada personal, el encuentro informal de tú a tú para contagiar la pasión por una iniciativa. La persona confía en otra persona, no en una institución o colectivo. Los anuncios colectivos, si es que sirven para alguien, será, como mucho, como recuerdo para aquellos que ya conocen el grupo y lo consideran de su confianza.

Al hacer anuncios masivos por los canales de comunicación oficiales, que ya hemos quedado que no son lo más recomendable, no llegamos a aquellas personas que no están en ningún grupo o comunidad oficial y que, muchas veces, serán los más interesados en nuestras propuestas. En este sentido, debemos cuidar especialmente la comunicación con las personas con las que no tenemos un canal de comunicación oficial, y en todo caso, deberíamos priorizar siempre la llamada personal.

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