Somos marianistas y se nos presupone que damos a conocer a María, pero ¿cómo lo hacemos? Debemos recuperar el sentido de cada iniciativa que movemos, y revisar lo que se haya podido torcer en lugar de defenderlo como una supuesta tradición que nos da identidad propia. El medio no puede convertirse en el fin. 

Si revisamos las iniciativas pastorales relacionadas con María ¿encontraremos la imagen que movía a Chaminade a la misión?

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