En algunos lugares, los laicos marianistas podrían aportar a la ciudad un espacio para vivir la fe desde nuestro carisma. Están perfectamente capacitados para ello y además ya lo han hecho en alguna ocasión. 

Esta es una misión evangelizadora que ahora mismo está desarrollando Hakuna de forma muy llamativa, pero que han hecho muchos otros grupos de forma más discreta y sin un modelo de oración claro.

Cuando Taizé estaba más de moda, surgieron en las ciudades, diferentes espacios donde rezar con ese modelo concreto de oración. En aquel momento, algunos laicos marianistas sintieron la llamada de generar estos espacios y ofrecieron un gran servicio, no sólo a la Familia Marianista sino también al resto de la Iglesia. Esto hoy ha ido decayendo y ya sólo mantienen el día y la hora, pero ha perdido el Espíritu, el estilo y el cariz de misión evangelizadora comunitaria, pero podría recuperarlo porque sigue siendo demandado por los jóvenes.

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