Comunicación

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Somos seres en relación, es decir, en comunicación, pero si la comunicación es deficiente, incompleta, o desactualizada, la relación también se verá afectada en la misma línea, por eso este es un tema nuclear y no una moda de postureo en redes sociales o de estrategia de venta.

  • Comunicación – Familia [5]

    Comunicación – Familia [5]

    Una página web oficial es vital para definir la identidad pública y ofrecer una propuesta clara. Observando distintos ejemplos, se distingue entre webs cuidadas y coherentes, que presentan una oferta concreta, y otras más confusas, que diluyen la identidad y propuesta. En la Familia Marianista, una comunicación coordinada fortalecería la misión compartida de acompañar a… Ver contenido

  • Comunicación – Impacto [4]

    Comunicación – Impacto [4]

    Una comunicación efectiva es clave en nuestras actividades. Mantener una agenda compartida y una comunicación fluida con acompañantes mejora la organización. La confianza en los acompañantes promueve la participación más que la publicidad. Implicar a los jóvenes en las redes sociales es esencial para adaptarse a sus preferencias cambiantes. Ver contenido

  • Comunicación – Madeleine [3]

    Comunicación – Madeleine [3]

    La comunicación efectiva requiere una agenda compartida y accesible en espacios comunitarios. Priorizar la transparencia sobre la saturación y destacar la información relevante para cada miembro fortalece el sentido de pertenencia. Inspirarse en prácticas efectivas de parroquias puede enriquecer nuestra estrategia de comunicación, enfocándose en la visión común y aprovechando las nuevas tecnologías. Ver contenido

  • Comunicación – VR [1]

    Comunicación – VR [1]

    La falta de comunicación interna en la vida religiosa afecta la eficacia en el trabajo con los jóvenes y lleva al rechazo de iniciativas no pastorales. Es crucial mejorar la transmisión del Proyecto Provincial para fomentar la participación y evitar la desafección. Podemos ser más creativos en la comunicación, utilizando medios como vídeos estructurados en… Ver contenido

  • Una página web oficial me ayuda a construir mi identidad pública. A decir a los demás quién soy y qué ofrezco y, observando distintas páginas web de grupos y entidades, se aprecian diferencias claras.

    Hay grupos que tienen webs sencillas pero cuidadas, con distintas propuestas para edades y temas. Con una estética e identidad buenas que “venden” unos “productos” concretos: grupos de reflexión, de oración, etc. Mientras que en otros ejemplos, todo es más difuso, se sigue la política del antiguo corcho donde colocar todo tipo de avisos sin filtro ni categorización, perdiendo toda identidad y claridad en la propuesta. 

    Dentro de la Familia Marianista, trabajar de manera más coordinada y seria la comunicación, nos permitiría hacer real la misión compartida de acompañar a los jóvenes con una red de acompañantes sólida y bien definida con la que, hacer calendarios, facilitar materiales y aunar criterios.

    Ser joven no es ser tonto y perciben perfectamente la falta de comunicación que hay entre las ramas de la Familia y dentro de cada rama, por eso, es necesario contar con una agenda pública común y mejorar la comunicación provincial de actividades para fomentar las experiencias de fe en los jóvenes en lugar de provocar su confusión y desazón al ver nuestras disputas e incoherencias.

  • Una clave fundamental para nuestras actividades de impacto es contar con una buena red de acompañantes y, para esto, necesitamos una buena comunicación, tanto para mantener una agenda clara y compartida de actividades, como para mantener el contacto y la formación de estos acompañantes de manera fluida y eficiente.

    Si los acompañantes están puntualmente informados de todo, es inmediato, y surge de forma natural, que puedan motivarlo entre la gente a la que acompañan en sus comunidades locales. En cambio, si esta información es parcial y va a golpe de WhatsApp, las cosas llegarán siempre en mal momento y serán fuente de susceptibilidades.

    Que la información llegue adecuadamente a todo el mundo permitirá mejorar mucho la manera de trabajar en Familia Marianista.

    Para cualquier persona hay sólo un agente válido que me puede mover a hacer algo: alguien en quien yo confíe. Y esto es un amigo o familiar o bien alguien que sea referente para mí, como mi acompañante personal o el de mi comunidad. Los mensajes publicitarios tienen una eficiencia bajísima y en el mundo del marketing se emplean porque es infinitamente más complicado pagar a alguien de mi confianza para que me venda un producto. 

    En nuestro caso, sin embargo, es bastante más sencillo implicar a los destinatarios y a los acompañantes en la comunicación para lograr una verdadera difusión y sobre todo para hacer una invitación a participar en las actividades. Además, en la medida en que haya más gente implicada y conocedora de las actividades, habrá menos problema de colisión entre actividades, no porque no haya solapamientos, sino porque cada uno elegirá con paz y libertad a dónde ir sin sentir el bombardeo y la competición de anuncios por WhatsApp e Instagram.

    Y en esto de implicar a los destinatarios, no se trata de tener a un grupo de jóvenes que lleve las redes sociales. Esto está muy bien y es necesario, pero la idea es que se dé la comunicación en horizontal, no en vertical, la presencia de jóvenes detrás de las RRSS, no hace que la línea de transmisión de la información sea otra, aunque mejore el estilo.

    En cuanto al estilo de las publicaciones y anuncios, vemos que, en RRSS, los jóvenes no esperan un contenido muy bien hecho, si no algo más natural, original, amateur y, sobre todo, inmediato y fugaz. Además esto es hoy, y mañana lo que busquen será otra cosa. De ahí, la importancia de tener los canales de comunicación en manos de los jóvenes, acompañados de gente más mayor capaz de compartir la misión, la visión y los valores con esos jóvenes.

  • La comunicación sigue siendo la asignatura pendiente. Confundimos comunicar con jugar con las redes sociales o con anunciar cosas para vender productos. Sin embargo, luego, nos quejamos de que la gente no se entera de las cosas que organizo y, al mismo tiempo, me creo que yo soy el único que hace algo, porque no conozco lo de los demás.

    Contar con una agenda pública clara, en un lugar Madeleine o comunidad de fe, es imprescindible. Y, una cartelera llena de papeles, en el siglo XXI, no vale para nada.

    Falta conciencia de lo que se está haciendo y una forma única, rápida y clara de poder llegar a esa información y compartirla. Esto nos haría sentirnos parte de todo lo que ocurre en la comunidad de fe y nos permitiría poder contarlo y ofrecerlo a otros, aunque no participemos de algunas cosas. 

    Junto con ese espacio virtual donde poder consultar toda la vida de la comunidad, es necesario también tener un buen plan de comunicación, coherente y que no sature a la gente. Donde la prioridad no sea que se vea más lo mío frente a lo de los demás, sino que cada miembro de la comunidad tenga conocimiento de aquello que quiere conocer y le interesa.

    Para sacar más ideas, veamos cómo tratan el tema de la comunicación en las parroquias, observando algunas de las ideas recogidas en el documento “57 buenas prácticas en parroquias” elaborado en 2023 tras el estudio de 200 parroquias.

    7.a La visión de la parroquia se comunica en: homilías, RRSS y web, cartelería, murales, dípticos o roll-up en un lugar visible de la parroquia: fachada, altar o sacristía, hoja parroquial, asambleas parroquiales, persona a persona y actividades experienciales para su puesta en práctica: convivencias parroquiales, retiros espirituales,… 

    47. Hay una estrategia de comunicación digital para transmitir la visión y las actividades pastorales. 

    48. Se conoce el potencial evangelizador y transformador de las nuevas tecnologías. Por ello se implementan programas informáticos que ayudan en el funcionamiento pastoral, se implementan recursos didácticos tecnológicos en los grupos pequeños o células, y los líderes y responsables de grupos adquieren competencias en uso de TIC.

    Para comunicar bien, primero hay que tener claro qué es lo que queremos comunicar. La visión, la misión y los valores, con un discurso claro y común. Esto en el caso de la comunidad de fe es especialmente importante por la novedad del concepto que manejamos de lugar Madeleine. Por eso, hay que definir y manifestar claramente la constitución de la comunidad de fe local con el modelo correcto, dejando atrás el modelo de asamblea parroquial u otras ideas de las que partimos. A la gente le cuesta entender lo que no ha visto nunca, porque trata de pasarlo por los recuerdos de cosas que ya ha vivido, por eso, trabajar bien la comunicación, nos ayudará a cambiar el concepto, cuidando el discurso y la forma de transmitirlo.

  • En la vida religiosa existe un déficit importante en la comunicación interna que nos lleva a no aprovechar bien nuestras energías en el trabajo con los jóvenes y a rechazar o bloquear iniciativas por motivos que no tienen que ver con lo pastoral. 

    Entre los religiosos, la sensación, muchas veces, es que no se conoce el Proyecto Provincial y eso provoca el desinterés y la desafección de los religiosos que no se sienten parte en las decisiones y se van distanciando. Esto, evidentemente, es por falta de comunión en los religiosos, pero también por un claro problema de comunicación que se puede trabajar hasta conseguir transmitir las cosas adecuadamente en forma, medio, tono y momento.

    Ya que nos decimos expertos en pedagogía, podríamos ser mucho más creativos y pedagógicos en la comunicación. Y, una forma, pero no la única, podría ser la de crear vídeos cortos para desarrollar cada tema, mostrándolos, bien estructurados, en una web, para poder elegir lo que necesites adaptado a cada realidad. Esta idea es la que se aplica, precisamente, en estos vídeos que estás viendo.

    Y, en todo caso, la comunicación ha de implicar a las partes, no se trata de que yo, fecunda fuente del saber, te doy, una información, a ti, profundo pozo de ignorancia. La comunicación es multidireccional y continuamente escuchamos a gente decir que se quedan fuera de las decisiones, que se han enterado de tal cosa por terceros y esto alimenta el flujo del chismorreo. Hoy contamos con muchas herramientas que facilitan la escucha de todas las voces que deseen comunicar algo y la gestión de dicha información. Además, en el camino hacia la sinodalidad al que nos llama la Iglesia y que, iniciativas como el LiDE, están ya desarrollando, obtendremos respuestas del Espíritu para los actuales problemas adaptativos, cuando demos voz a los que no la suelen tener.

Guía de estilo Marianista