Equilibrio

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Todo sistema tiende a buscar el equilibrio, sin embargo, nuestras propuestas están muchas veces desequilibradas porque se ajustaban a otro tiempo, a otra edad, en definitiva a un público que ya no existe. Por eso debemos recalibrar lo que hacemos para que vuelva a dar vida.

  • Equilibrio – Impacto [1]

    Equilibrio – Impacto [1]

    En las actividades, es esencial encontrar un equilibrio entre los elementos que conforman nuestro carisma marianista: testimonio, oración, formación, acompañamiento personal y convivencia. Adaptar estas proporciones según el perfil y las necesidades de los participantes garantiza resultados significativos. Incorporar más acompañantes de diversas ramas puede fortalecer la vivencia comunitaria y el apoyo individual. Ver contenido

  • En las actividades de impacto, vemos que es bueno buscar un buen equilibrio entre los distintos elementos de nuestro carisma que mueven a la persona: testimonio, oración, formación, acompañamiento personal, tiempo personal y convivencia. Cuando estos elementos no se dan en su justa medida, o en el marco real de la comunidad, vemos que falta algo, podemos haber hecho una convivencia muy chula, pero quedar en nada por la falta de algún otro ingrediente. 

    Además, según el momento vital de los participantes o el tipo de actividad, las proporciones deberán variar, por eso es importante hacer un buen diseño de la actividad así como del perfil de jóvenes a los que va dirigida, para que dicho equilibrio tenga sentido y dé buenos resultados.

    Mirando nuestras actividades, tal vez percibamos que la parte testimonial está muy coja y que sigue teniendo demasiado peso la voz de un predicador que expone un tema de manera brillante, pero que no visibiliza en ningún momento la vivencia comunitaria. Así mismo, nos sigue costando mucho ofrecer el acompañamiento personal en las actividades y que los jóvenes lo acojan. Todos estos elementos se podrían abordar si en las actividades participaran un mayor número de acompañantes de las distintas ramas, que visibilicen una comunidad, que den testimonio, que recen juntos y que se ofrecen a acompañar personalmente a los jóvenes durante la actividad, incluso antes y después de la misma.

Guía de estilo Marianista