Fervor

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En la liturgia, tenemos asociada la expresión de emociones a determinados grupos carismáticos o evangélicos o a la religiosidad popular y, con ese pretexto, tendemos a descalificar cualquier manifestación de ese estilo y a refugiarnos en que “lo nuestro” es “otra cosa”. Por lo visto lo nuestro es hacer celebraciones mortecinas con los fieles ordenados en filas, tiesos como palos y con cara de amargados. ¿Es así como cuentas una buena noticia a un amigo?

  • Fervor – Escolar [1]

    Fervor – Escolar [1]

    Necesitamos revitalizar nuestras celebraciones eucarísticas para atraer a los jóvenes. Las expresiones de alegría y participación activa son clave. Aunque sea desafiante, debemos adaptarnos para transmitir la alegría de la fe de manera auténtica y relevante para las nuevas generaciones. Ver contenido

  • Fervor – Impacto [1]

    Fervor – Impacto [1]

    La intensidad emocional durante las actividades de impacto genera vínculos temporales que pueden desvanecerse con el tiempo si no se les da continuidad. Por eso, es crucial aprovechar este fervor para proponer nuevas actividades que mantengan el interés y la confianza de los jóvenes. Al finalizar una actividad, podemos lanzar la siguiente o sembrar la… Ver contenido

  • En general, si preguntamos a nuestros jóvenes, falta vida en nuestras Eucaristías, por tradición tenemos unas celebraciones muy poco expresivas, con poca implicación del cuerpo donde reinan las caras largas y miradas perdidas, con cantos lentos, del siglo pasado y arrastrando las palabras. 

    Mientras, otros movimientos cristianos, sobre todo evangélicos, tienen formatos más alegres que te hacen sentir partícipe y activo involucrando otros sentidos, generando un ambiente en el que se palpa la alegría y se percibe el Espíritu en esa alegría.

    Esta expresión de los afectos es cada vez más demandada y, aunque nos pueda resultar chocante dentro de nuestra cultura o historia personal, debemos darle un espacio en lo que hacemos para que se haga patente la alegría de la Buena Noticia en nuestras celebraciones y encuentros.

  • Una clave fundamental en las actividades de impacto, y que vemos en otros grupos, es trabajar con el fervor de los participantes. Cuando vivimos intensamente una actividad creamos una serie de vínculos temporales que irán desapareciendo en los días sucesivos si no hay ningún otro estímulo, por eso, es importante aprovechar la ola de emociones cuando se produce y plantear nuevas propuestas cuando existe ese vínculo que nos hace significativos y confiables para los jóvenes en nuestras propuestas. 

    Así, al final de una actividad podemos lanzar la siguiente, o sembrar la semilla de algo nuevo que pueda nacer en el grupo como ocurrió con el nacimiento de Hakuna, a la vuelta de una Jornada Mundial de la Juventud de 2013 en Río.

Guía de estilo Marianista