Una de las acciones de impacto que más ponen en contacto al joven con Jesús, son las experiencias de voluntariado internacional, sin embargo, observamos que debemos articular mejor estas vivencias con un buen diseño y acompañamiento antes, durante y después para que se convierta en canal para reconectar con Dios y con la comunidad dentro de un itinerario de crecimiento en la fe y pertenencia a la Familia Marianista.

Los itinerarios nos permiten actuar en los momentos adecuados. Probablemente los retiros de Emaús están pensados para actuar sobre la crisis de los 40 y los de Effetá para atender al momento vital en torno a los 20 años cuando comienza la autonomía de la persona. Viendo los frutos de estas iniciativas, podemos asegurar que es bueno ofrecer actividades específicas para momentos vitales concretos y conocidos y ser así punto de apoyo y reconexión para nuestros jóvenes ofreciendo algo que necesitan y no algo genérico.

Las iniciativas de nueva evangelización como los grupos Alpha o los retiros de impacto que mencionábamos antes, hacen en el fondo lo mismo que hacemos con nuestros retiros, o en nuestros grupos, pero a nosotros no nos sale bien. La diferencia más grande es que estamos desorganizados, sin proyecto ni itinerario y con muchos sabios francotiradores que inventamos todo de cero cada día. Por eso, no hace falta reinventar ni copiar nada, hace falta compartir un itinerario y devolver el protagonismo a los destinatarios.

Y en todo esto, no olvidar los procesos que han de darse antes, durante y después de las actividades especiales. En el documento “57 buenas prácticas en parroquias” elaborado en 2023 tras el estudio de 200 parroquias, recogen algunas ideas relacionadas con estos procesos de discipulado:

24. La parroquia cuenta con un espacio de acogida que incluye acompañamiento para las personas que han experimentado un método, evento o acción de primer anuncio, previo al discipulado. 

26. La parroquia, a los que han experimentado algún método o evento de primer anuncio, les ofrece seguir en el discipulado, en grupos pequeños o células para ser acompañados en oración, formación y vivencia de la fe. 

27. Existe en la parroquia una programación específica para formar discípulos (itinerarios), después del primer anuncio y acompañamiento.

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